De entrada debemos saber cual es cada uno, el disco duro HDD es el mecánico de toda la vida con su aguja y sus discos físicos, mientras que el SSD tiene una memoria flash y es similar a un pendrive USB en grandes dimensiones.

Lo primero que vemos al tener un SSD es que la velocidad de este es muy superior a la del tradicional, tanto que se puede ser hasta 10 veces más rápido. Esto nos implica mayor rendimiento en nuestro PC, menor tiempo de respuesta y un tiempo de inicio muy recortado.

Otras de las mejores ventajas, es que al no ser mecánico no sufre desgaste eso hace que gane una esperanza de vida dos años superior a los discos clásicos, llegando de media a los 7 años. También hay que destacar que al no tener partes móviles no generan ruido y consumen muchísima menos energía.

Los SSD agrupan la información en páginas y estas se agrupan en bloques. El problema de esto es que para que se puedan formar nuevos bloques hay que vaciar el sector de memoria en el que se encuentra para rellenarlo. Esto nos hace que para que este disco vaya correctamente necesitamos un 20% de espacio libre para la función llamada "recolección de basura".

Los HDD, tienen un gran "talón de Aquiles" y es que si se tratan discos de dudosa procedencia pueden desmagnetizarse, corromperse o fallar en sus partes mecánicas, en muy poco tiempo de uso.

Las virtudes de esta tipología es la capacidad que pueden llegar a capacidades de 4TB y 2TB dependiendo de la marca que adquiramos. Sabemos, que son muy fiables en todas sus capacidades, cosa que todavía hay dudas con los SSD de grandes capacidades como 1TB o 2TB a las que se han llegado hace relativamente poco.

La fiablidad de poder recuperar los datos en caso de avería, mediante una empresa de recuperación de datos, es algo que los SSD no permiten.

 Otro de sus puntos a favor es que la media de euro por GB es mucho más barato que un SDD, mientras que podemos conseguir un disco mecánico de 1TB por 50€ en disco sólido podemos conseguir uno de 120GB.

Depende de cada uno, si lo que queremos en almacenar datos sin más y no nos preocupa en exceso la velocidad, los HDD son nuestra solución. Pero, si lo que queremos en velocidad pura tenemos que optar por un SSD. 

Si podemos lo ideal sería tener un disco sólido para albergar nuestro sistema operativo y el uso diario y para almacenar los datos multimedia y personales utilizar el HDD, para esto con dimensiones de 120GB para el SSD y de 1TB para el mecánico vamos sobrados.